Este Blog quiere servir de medio de difusión de las actividades de la

“ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL MAIMONA”, así como los frutos de los trabajos de investigación y análisis presentados en las

JORNADAS DE HISTORIA DE LOS SANTOS DE MAIMONA Y LA ORDEN DE SANTIAGO, celebradas en esta Villa de Los Santos de Maimona, que en este año, 2012, han cumplido su IV edición.

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viernes, 17 de febrero de 2012

LA CONSOLIDACIÓN DE LA PROPIEDAD BURGUESA EN LOS SANTOS DE MAIMONA DURANTE LA REFORMA AGRARIA LIBERAL (SIGLO XIX) XIX). y II

Miguel Ángel Naranjo Sanguino. 
(IES Maestro Domingo Cáceres, Badajoz) 
 Manuel Roso Díaz.
(IES Mario Roso de Luna, Logrosán)

5.2.- El reparto del año 1844

 La Junta Provisional de Gobierno de Badajoz que se hizo cargo del poder tras la caída de la regencia de Maria Cristina y el ascenso al poder de Espartero en septiembre de 1840, tuvo una clara orientación progresista radical[1].

Entre otras decisiones tempranas, esta Junta decidió  el reparto de terrenos de propios en los pueblos para combatir la miseria de los pobres[2].

En su Circular de 13 de octubre de 1840 a los ayuntamientos de la provincia les ordenó el reparto de terrenos de propios entre pobres, los milicianos nacionales y militares de victorioso ejército liberal de la 1ª Guerra carlista[3].

Esta Circular de 13 de octubre de 1840 fue muy representativa de la posición radical de la Junta Provisional de Gobierno de Badajoz. Se iniciaba la misma con una censura a las Reales Órdenes de 24 de agosto de 1834 y 3 de marzo de 1835 (de gobiernos conservadores) que entregaban a censo reservativo o enfiteusis terrenos de propios en pública subasta al mejor postor, pues la Junta alegaba que este procedimiento en nada beneficiaba a “las clases indigentes de braceros y cargueros”[4]. Y después, a lo largo de 14 artículos, desarrollaba su política. La mitad de los terrenos de propios de los pueblos de la provincia de Badajoz susceptibles de ser cultivados se reservarían para repartirse entre los militares del ejército liberal en la guerra carlista, cuando las Cortes lo decidiesen. Y la otra mitad la tendrían que entregar todos los ayuntamientos de la provincia en régimen de censo enfitéutico a sus braceros y cangueros a razón de 4 fanegas por cabeza. Aunque se preferiría a los braceros y cangueros que fuesen además voluntarios de la Milicia Nacional o fueran padres de milicianos o soldados que hubiesen combatido al carlismo con las armas en la mano. Se establecía que los repartos los debían hacer los ayuntamientos supervisados por la Diputación provincial. Las suertes de tierra se asignarían mediante sorteos públicos entre los seleccionados y el proceso debía ser rápido (de tres a cuatro meses). Los adquirientes pagarían de canon sólo el 3% del valor de tasación de la suerte y podrían vender dichas suertes de tierra únicamente con el consentimiento de su ayuntamiento y sólo a otros vecinos que reuniesen las condiciones establecidas en la circular[5].

Así pues la Junta intentaba ayudar a los pobres de los pueblos, fomentar el desarrollo de la Milicia Nacional entre los humildes y premiar a los combatientes defensores de la causa liberal frente al carlismo.

La Junta Provisional de Gobierno misma debió supervisar algunos repartos[6], pero su heredera espiritual, la Diputación de Badajoz nacida el 1 de enero de 1841, cumplió su mandato con generosidad en los años 1841 y 1842.

En este contexto el 16 de septiembre de 1841 Pedro Romero y veinte vecinos más de Los Santos de Maimona, todos licenciados del ejército, solicitaron al ayuntamiento de la villa un reparto de terrenos de propios entre ellos. La corporación municipal rechazó su petición porque “… en esta villa no existe en la actualidad finca alguna que corresponda a los Propios porque todas sus Dehesas están reducidas a domino particular en virtud de la Real Orden de 24 de agosto de 1834, las más a censo enfitéutico y las otras enajenadas para el pago a censualistas…”[7].

Pero en el año 1844 hubo un nuevo reparto[8] entre los vecinos de la villa de Los Santos de Maimona. Se fundamentó en la normativa que generó la Circular de 13 de octubre de 1840 de la Junta Provisional de Gobierno de Badajoz. Se trató de la dehesa del Moral, que era la única con arbolado de las tierras concejiles. El Ayuntamiento elaboró un modelo en el año 1844 para la dación a censo de las suertes en que se dividió dicha dehesa a los beneficiarios. Este modelo fue muy parecido al modelo de las escrituras de imposición  de censo del año 1837, pero en este reparto se asignaron las suertes por sorteo y no de una subasta. Además cada participante sólo obtendría una parte de una sola suerte. En el modelo se califica a la dehesa del Moral con un terreno de propios[9],  se especificaba la suerte recibida por el beneficiario en el sorteo con su cabida en fanegas, y se establecía el pago del canon correspondiente por la parte de suerte recibida por el nuevo propietario que, a su vez, se comprometía a conservar y mejorar el arbolado, cuyo fruto seguiría perteneciendo al fondo de propios. Así pues en este reparto no se hicieron escrituras de imposición de censo, sino un documento entre el ayuntamiento y el beneficiario.

El proceso de enajenación fue como sigue. El ayuntamiento solicitó al Jefe Político provincial el permiso para el reparto que se lo concedió el 15 de marzo de 1844 y la diputación de Badajoz dio su visto bueno el 11 de mayo de 144, pero indicando que el arbolado de la dehesa de Moral seguía siendo propiedad del fondo de propios municipal. La lista de aspirantes la concluyó el ayuntamiento el 24 de mayo, la división en suertes de la dehesa del Moral la terminaron los peritos el 24 de junio de 1844, el acuerdo municipal para celebrar el reparto se concedió el 26 de junio de 1844 y las diligencias de la ejecución del sortero tuvo la fecha de  10 de julio de 1844. El expediente de todo el proceso se elevó al Jefe Político provincial el 31 de enero de 1845, que se lo devolvió aprobado al ayuntamiento de Los Santos de Maimona el 5 de marzo de 1845.

El reparto se hizo a censo del 2% anual y los beneficiarios fueron los licenciados del ejército de la Guerra de la Independencia, los del año 1823 y los de la 1ª Guerra Carlista, más los braceros y cangueros[10]. Cada uno de estos tres grupos tendría una participación distinta: a  cada uno de los licenciados del ejército se le asignaron 3 fanegas de tierra, a cada carguero se le asignaron 2 fanegas de tierra y a cada bracero una. En función de esta participación se repartieron las suertes, que tuvieron 6 fanegas cada una, pero de distintas calidades (1ª, 2ª, 3ª y 4ª) y afectaron a 7 padrones de la dehesa del Moral.

La lista que elaboró el ayuntamiento de vecinos aspirantes  a participar en el sorteo ascendió a 640 individuos. De ellos 175 eran licenciado del ejército (27,4%), 112 eran cangueros (17,5%) y 353 eran braceros (55,1%).

La dehesa del Moral no se repartió en su integridad.  Los peritos  dispusieron para el reparto 174 suertes de 6 fanegas cada una (3,6 has.) que afectaron a 7 padrones de la dehesa. En total se dispusieron para el reparto 1.044 fanegas (672,2 has.).

En el reparto por sorteo se vendieron 173 suertes, una menos de las previstas, con una superficie total de 1.038 fanegas (668,3 has.). Los precios de la fanega según su calidad eran los siguientes:

-Una fanega de 1ª calidad: 400 reales en venta y 8 en renta.
-Una fanega de 2ª calidad: 300 reales en venta y 6 en renta.
-Una fanega de 3ª calidad: 200 reales en venta y 4 en renta.
-Una fanega de 4ª calidad: 100 reales en venta y 2 en renta.

Los valores en venta la fanega del año 1844 fueron parecidos a los de la fanega del año 1837. La renta del año 1844 fue algo inferior, por ser el rédito al 2% en vez de al 3%.

No todos los 640 aspirantes a participar en el reparto fueron agraciados con ello. Sólo hubo 612 beneficiarios, pero constituyeron la casi totalidad de los aspirantes (el 95,6% del total). Se distribuyeron las suertes de tierra en función de la superficie asignada a cada grupo. De tal manera que en una suerte de 6 fanegas cabían como mucho un licenciado del ejército (3 fanegas), un canguero (2 fanegas) y un bracero (1 fanega), pero por ejemplo con dos licenciados del ejército se podía ocupar ya enteramente una suerte de 6 fanegas (3+3 fanegas). Por esta circunstancia no todas las suertes tuvieron el mismo número de adquirientes.

La media entre la superficie repartida y los beneficiarios da una superficie de tierra de 1,7 fanegas (1,09 has) por individuo.

El canon total del 2% anual de las 173 suertes[11] repartidas ascendió a 6.604 reales, así que el precio global de la superficie repartida ascendió a 330.200 reales. De todas formas lo que al ayuntamiento le interesaba es que  tendría unos ingresos anuales  de 6.604 reales por la parte vendida de la dehesa del Moral. Así que el Jefe Político provincial cuando le devolvió al ayuntamiento el expediente del reparto ya aprobado, le indicó que debía consignar este ingreso en el siguiente presupuesto municipal.

El reparto de esta parte de la dehesa del Moral tuvo un carácter social mucho mayor que el reparto del año 1837, pues fue un reparto por sorteo, no una subasta, y además se  especificó la cantidad exacta que podía obtener cada beneficiario, que fue pequeña. Por último los beneficiarios fueron en su gran mayoría braceros y cangueros, más de un 70% de los agraciados, mientras que en el reparto del año 1837 apenas tuvieron presencia.

Haciendo un balance general de ambos repartos de tierras concejiles, el de 1837 y el de 1844, se puede decir que se movilizó casi toda la tierra concejil del municipio[12]. Se vieron afectadas 6 dehesas, en las que se concedieron a censo un total de 3.586 fanegas y media (2.309 has.) por un valor de 1.118.564 reales que generaron una renta a favor del municipio de 30.289 reales anuales. Los beneficiarios fueron en total 1.015 personas avecindadas en Los Santos de Maimona que suponían el 78,7% de sus vecinos y el 21,7% de su población total. Las fórmulas de reparto empleadas no permitieron la acumulación notable de suertes en un único comprador[13], por lo que se pudo beneficiar a un amplio sector de la población local, incluidos los grupos más débiles (braceros y cangueros)[14] a un precio módico[15].

De la dehesa del Moral quedó parte sin vender. La superficie de tierra que quedó sin vender está sujeta a discusión.  En el año 1850 el Gobernador civil de la provincia de Badajoz indicaba que había en aquella fecha, a la vista del inventario de terrenos de propios elaborado por el ayuntamiento de Los Santos de Maimona, una cantidad aproximada de 300 fanegas apropiadas en la dehesa del Moral (unas 190 hectáreas) y las demás estaban acensuadas[16].

Con la puesta en marcha del Bienio Progresista (julio de 1854-julio de 1856) el ayuntamiento de Los Santos de Maimona[17] por un acuerdo el 14 de diciembre de 1854, decidió solicitar a la Diputación de Badajoz permiso para repartir en pequeñas suertes por sorteo y a censo con un canon módico la parte de la dehesa del Moral que aún pertenecía a los propios de la villa “entre la clase de braceros y menesterosos de esta villa”, prefiriéndose a aquellos que fueran licenciados del ejército y no hubieran participado en los anteriores repartos. El ayuntamiento igualmente pretendió repartir los baldíos “sierra de San Cristóbal” y “Castillo”.

Pero el 9 de mayo del año 1855 varios vecinos muy significados del pueblo[18] pretendieron que el ayuntamiento anulara el reparto hecho en 1844 en la dehesa del Moral, alegando que dicho reparto había beneficiado a poca gente[19]. El día 17 de mayo de 1855 el alcalde, don Manuel Carrasco Ruiz afirmaba los derechos de propiedad que tenían los beneficiarios del reparto del año 1844 y acusaba a los dirigentes de la iniciativa de levantar a las masas de milicianos contra las instituciones progresistas recientemente instaladas en el poder. Pero Juan y Cesáreo Durán Blázquez respondieron alegando sus méritos progresistas[20]. Todo quedó en una anécdota[21].

El 7 de enero del año 1862 varios licenciados del ejército de 1844 solicitaron[22] al ayuntamiento que se les repartiera tierra en la parte no repartida de la dehesa del Moral. Alegaban que su licenciamiento del ejército en el año 1844 tuvo lugar después del reparto de aquel año y no se pudieron beneficiar del mismo. Solicitaban que se les repartieran tierras en los mismos términos que se hizo en dicho reparto y añadían que el ayuntamiento tenía tierras de propios disponibles, pues según ellos, quedaron sin acensuar unas 600 fanegas en la dehesa del Moral, al menos el segundo padrón de dicha dehesa llamado del Hornillo en donde ellos deseaban que se les repartiera la tierra, y además había disponibles  también otras 60 fanegas apropiadas más en la Sierra de San Cristóbal y en el Castillo. Pero el ayuntamiento elevó la petición de estos licenciados del ejército al Gobernador Civil de la provincia de Badajoz, que en decisión de 5 de abril de aquel mismo año de 1862 les denegaba su solicitud. Además el Gobernador civil indicaba que las tierras no acensuadas estaban en venta (desamortización de Madoz) y que las fanegas apropiadas eran 300 fanegas solamente. En el 23 de abril de 1862 el alcalde de Los Santos de Maimona, siguiendo la decisión del Gobernador civil comunicaba a los licenciados del ejército peticionarios la denegación de su solicitud de reparto[23]. Sin embargo no está muy clara la superficie disponible en la dehesa del Moral, pues Sánchez Marroyo, citando datos de Catálogo de Montes Públicos del año 1859, indica que todavía disponía el ayuntamiento de 644 fanegas apropiadas y por tanto de libre disposición, en la dehesa del Moral[24].

Pero puede que todos tuvieran razón en esta polémica. En la dehesa del Moral podían quedar solamente unas 300 fanegas en el padrón de Hornillo, pero es que en el reparto del año 1837 según nuestras cuentas quedaron sin repartir unas 291 fanegas (183,5 has.)[25]. Si sumamos las cerca de 300 fanegas del padrón de Hornillo en la Dehesa del Moral[26], más las 291 fanegas que se quedaron sin asignar en el reparto del año 1837 en las distintas dehesas afectadas y las cerca de 60 fanegas en los baldíos “sierra de San Cristóbal” y “Castillo” aún sin repartir, resultan aproximadamente unas 640 fanegas en posesión del ayuntamiento.

De todas formas la desamortización de Madoz dio cuenta, en buena medida, de los restos de las tierras concejiles de la villa de Los Santos de Maimona.


6.- La desamortización de Madoz

Como hemos podido comprobar, la desamortización de Godoy y Mendizábal-Espartero afectó profundamente a los escasos bienes del clero, mientras que los repartos de 1837 y 1844 casi terminaron con las tierras concejiles. En consecuencia poco quedó pendiente de enajenar durante la desamortización de Madoz en Los Santos de Maimona. Esta circunstancia constituye una excepción en la provincia de Badajoz, en donde la desamortización de Madoz fue, por lo general, el proceso enajenador más intenso del siglo XIX.

Así pues la desamortización de Madoz en Los Santos de Maimona tuvo un escaso desarrollo. Se centró en la venta de los pocos bienes concejiles y del clero que aún restaban por enajenar. Pero también tuvo lugar durante ella un aceptable proceso de redención de censos, sobre todo de los que gravaban las tierras concejiles dadas a censo en los años 1837 y 1844. De esta forma la desamortización de Madoz contribuyó activamente a la consolidación de la propiedad plena en la villa de Los Santos de Maimona mediante la reducción a propiedad privada de los bienes amortizados y mediante la redención de censos por parte de los censatarios, que de esta forma eliminaban la cargas que gravaban sus propiedades y  lograban así su propiedad plena.

Pero lo cierto es que hemos tenido que revisar una base documental de fuentes enorme para localizar los escasos contenidos de la desamortización de Madoz. Las fuentes para el estudio de este proceso desamortizador son amplias y hemos examinado todas las disponibles.

Se han revisado los protocolos notariales del Archivo Histórico Provincial de Badajoz entre los años 1855 y 1861 buscando escrituras judiciales de venta y de redención de censos en la desamortización de Madoz. Hemos examinado el Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales de Madrid entre 1855 y 1896. Igualmente hemos buscado en los ejemplares existentes en el  Archivo Histórico Provincial de Badajoz del Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales de Badajoz, cuya serie se extiende de 1870 y 1881 y de de forma discontinua de 1893 a 1899. Por último se han revisado, en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz, los libros de facturas de pagarés nº 190, 703 y 3658. El cuerpo documental examinado ha sido muy amplio, por lo que es harto improbable que haya escapado a nuestra contabilización una parte significativa de la desamortización de Madoz en la localidad de Los Santos de Maimona.

Para la caracterización de los compradores y los redimentes se ha revisado un amplio abanico de fuentes, como son el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz, las actas municipales y de pósito municipal, las actas de la Diputación de Badajoz, el libro de impuestos provinciales del año 1852[27], etc., como hacemos habitualmente en este tipo de trabajos[28].


6.1. Las ventas reales de la desamortización de Madoz.-

Tuvieron lugar únicamente siete remates[29].

Cuadro I. Naturaleza y procedencia de los bienes enajenados. Desamortización de Madoz.

Los Santos de Maimona


Fecha Remate
Naturaleza
Superficie
Procedencia
Tasación (rs.)
Remate (rs.)[30]
1856
olivar
1.500 olivos
(21 has.)
Propios de Los Santos
-----------
2.565
1856
tierra
30 fanegas
(19,3 has.)
Monjas Encarnación
(Puebla de Sancho Pérez)
3.000
14.020
1864       
arbolado
13.991 chaparros
Propios de Los Santos
95.800
95.825
1866
tierra
15 fanegas
(9,6 has.)
Clero sin especificar
------------
7.400
1866
tierra
31 fanegas
(20 fanegas)
Clero sin especificar
-------------
30.000
1867
dehesa
289,5 fanegas
(186 has.), 4.569 chaparros
Propios de Los Santos
100.000
304.600
1870
tierra
18 fanegas (11,6 has.)
Hospital Santiago (Zafra)
6.000
7.760
Totales
7
383,5 fanegas
(246,5 has.),
18.560 chapar.
y 1.500 olivos
(21 has.)

204.800
(-3)
462.170

El cuadro anterior pone de relieve que el apartado de las ventas reales de la desamortización de Madoz en Los Santos de Maimona tuvo una importancia bastante moderada para lo que fue usual en la provincia de Badajoz.

Los bienes enajenados se resumieron a siete unidades de remate que se vendieron  a lo largo de sólo cinco años, lo que está en consonancia con el escaso volumen de los bienes enajenados durante esta desamortización en Los Santos de Maimona. Las ventas se iniciaron pronto, en el año 1856, pero el grueso de las mismas se centró en la década de los sesenta, con la última en el año 1870, cuando el proceso entró en una acusada ralentización, al menos en la provincia de Cáceres que es la provincia estudiada más próxima a la de Badajoz[31].

La naturaleza de las fincas fue exclusivamente rústica y sólo con cuatro tipos: dehesa, arbolado, tierra y olivar. Sus valores superficiales y de dinero siguieron este mismo orden, con la circunstancia de que el arbolado estaba situado en una dehesa, por lo que el concepto de dehesa fue el protagonista casi exclusivo de la desamortización de Madoz en la villa de Los Santos de Maimona[32]. Mientras que la tierra desempeñó un papel muy secundario[33]  y el olivar casi anecdótico.

La procedencia desamortizada absolutamente dominante fueron los Propios de la villa de Los Santos de Maimona. Con Madoz se culminó la labor enajenadora llevada a cabo en los bienes municipales mediante los repartos  de los años 1837 y 1844. Las posesiones apropiadas fundamentales que le quedaban al ayuntamiento de la localidad se situaban en la dehesa del Moral y consistían en el arbolado (chaparros) de la misma y en un terreno disponible en la misma (el padrón del Hornillo) que, según algunas fuentes podía tener una superficie cercana a las trescientas fanegas[34].

Durante la desamortización de Madoz se vendió todo el arbolado existente en la dehesa del Moral en tres ventas. Hubo una primera venta de todo el arbolado (chaparros) de la parte que se repartió a censo en el año 1844. Las fuentes la describen[35] como veinticinco porciones de arbolado de chaparros sobre tierra de particulares en la dehesa del Moral. La tierra tenía una extensión de 964 fanegas[36] y los chaparros eran 13.991 unidades.
La segunda venta[37] de arbolado tuvo lugar en el año 1867. Se trató de 4.569 chaparros en terreno de la 289 fanegas (186 hectáreas) apropiadas aún en el padrón Hornillo y Chirlares de la dehesa del Moral y que se vendieron conjuntamente con los chaparros[38]. Así se enajenaron los 18.560 chaparros que, más o menos, debían componer el arbolado de la dehesa del Moral, y que quedaron exentos del reparto del año 1844.

La tercera venta era casi anecdótica[39], un olivar con 1.500 olivos (21hectáreas)[40] que valió solo 2.565 reales.

Además, las 289 fanegas enajenadas a las que acabamos de hacer referencia, pudieron ser las aproximadamente 300 hectáreas pendientes de enajenar en el padrón del Hornillo dentro de la dehesa del Moral a las que se refieren algunas fuentes. Así pues, con la desamortización de Madoz se terminó por privatizar la totalidad o casi la totalidad de los bienes concejiles de Los Santos de Maimona.

Las otras cuatro ventas correspondieron a bienes del clero[41]. En dos casos se indicaba que precedían del clero sin más y sólo en otros dos casos las fuentes especificaban su procedencia exacta. Se trataba de dos instituciones foráneas, las monjas de la Encarnación del convento de Puebla de Sancho Pérez (clero regular) y el Hospital de Santiago de Zafra, que fue construido por Lorenzo Suárez de Figueroa, duque de Feria, entre los años 1443 y 1846, pero que regentó posteriormente la cofradía de la Santa Caridad de Zafra (clero secular)[42]. La aportación global de los bienes del clero en esta desamortización fue muy escasa con 94 fanegas (60,5 has.) de tierra por un valor total de 59.180 reales.




6.2.- Los compradores de la desamortización de Madoz

Fueron únicamente ocho compradores, tres de ellos con apoderado que adquirió la finca para después cedérsela. Dos compradores adquirieron conjuntamente la misma finca.

Cuadro II. Compradores de los bienes enajenados. Desamortización de Madoz. Los Santos de Maimona.-

Rematante
Para ceder
Vecindad del
rematante
Comprador
Vecindad del
comprador
Superficie
adquirida
Valor de remate
(rs.)
D. Luis Gómez Terán y Boza
Madrid[43]
Dª Mª Francisca
Rodríguez Lemus y
D. Juan Durán Blázquez
Los Santos de Maimona
289,5 fanegas
(186 has.),
4.569 chaparros
304.600
D. Antonio de la Hera Prieto

D. Antonio Ulloa Ortiz
Los Santos de Maimona
13.991 chaparros
95.825


Felipe Torre
Zafra
31 fanegas
(20 has.)
30.000


José Sánchez Arjona
Villafranca
30 fanegas
(19,3 has.)
14.020


D. Manuel Ortiz
Badajoz
18 fanegas (11,6 has.)
7.760
José Crespo
Badajoz
Manuel Carrasco
Ruiz
Los Santos de Maimona
15 fanegas
(9,6 has.)
7.400


Miguel Gómez
Zafra
1.500 olivos
(21 has.)
2.565

Realmente la inversión se concentra en las dos primeras compras, ya que las otras cinco restantes suponen el 13,3% (61.745 reales) de la inversión total. De todas formas los cinco responsables de esta pequeña inversión tienen una vecindad variopinta: dos eran de Zafra, otro de Villafranca, otro de Badajoz y sólo uno de Los Santos de Maimona.

Los dos de Zafra tenían vínculos económicos con la localidad santeña, ya que también redimieron censos en la misma. Anteriormente Miguel Gómez invirtió en la desamortización de Mendizábal 3.902 reales en una propiedad rústica y aparecía en el libro de impuestos provinciales del año 1852 como hacendado forastero en Los Santos de Maimona, con el título de don, pagando por las tierras que tenía en esta localidad la elevada cifra de 1.465 reales, que hacían del mismo un gran contribuyente a nivel local y provincial. Además en Zafra pagaba de impuesto territorial 3.401 reales, cantidad muy elevada.

José Sánchez Arjona fue un rico hacendado de Villafranca, gran contribuyente a nivel local y provincial, comprador de bienes nacionales en la desamortización de Mendizábal y un político conservador que llegó a diputado provincial por el partido de Almendralejo[44]. Estaba vinculado a la poderosa y rica familia de los Sánchez Arjona afincada en Fregenal.

D. Manuel Ortiz Tarifa, era natural de Los Santos de Maimona y vecino de Badajoz. Hizo una compra pequeña y más bien parece un rematante para ceder, y puede ser así, puesto que del mismo sólo tenemos la referencia del boletín y no la escritura judicial de venta que, sin embargo, le acreditaría como propietario real[45].

Manuel Carrasco Ruiz fue nombrado alcalde 1º en octubre de 1854[46] y ya le hemos visto ejercer como alcalde de Los Santos de Maimona en el año 1855 defendiendo a los beneficiarios en el reparto de 1844 en la dehesa del Moral de la voracidad de los hermanos Cesáreo y Juan Durán Blázquez que pretendían anular dicho reparto y vender las tierras repartidas en pública subasta acogiéndose a la ley de la desamortización de Madoz[47]. En el año 1871 Manuel Carrasco Ruiz  redimió 34 censos que pesaban sobre 92 fanegas de tierra de su propiedad cuyo capital se elevaba a 22.573 reales con una renta de 677 reales anuales[48].

Así pues estos “pequeños compradores” en general pertenecían a la élite política y económica de la época en la comarca de Los Barros.

Los tres grandes compradores fueron vecinos de Los Santos de Maimona. Dª. María Francisca Rodríguez Lemus y d. Juan Durán Blázquez eran personajes importantes de Los Santos de Maimona. Ambos aparecen retratados en la escritura judicial de venta mediante la que compraron el padrón del Hornillo en la dehesa del Moral en el año 1867: María Francisca se reputaba de viuda, mayor de edad, propietaria y vecina de Los Santos, mientras que Juan Durán Blázquez se identificaba como vecino de Los Santos, casado, de 43 años de edad y propietario. Su contribución territorial en el año 1852 fue de 1.380 reales, lo que hacía del mismo un gran contribuyente local y provincial Además, este personaje, junto con su hermano Cesáreo intentó anular el reparto de la dehesa de Moral del año 1844, como se ha dicho más arriba, en el año 1855 y en un escrito a la alcaldía proclamaban su currículo liberal progresista[49]. Cesáreo desarrolló una intensa carrera política[50], y ambos fueron hijos del brigadier Juan Durán y de su esposa Josefa Blázquez. Así pues pertenecían a lo más florido de la oligarquía de Los Santos de Maimona.

D. Antonio Ulloa y Ortiz era pariente de d. Francisco Antonio Ulloa, administrador de d. Antonio María Carrasco, al que el ayuntamiento adjudicó 825 fanegas en la dehesa Vieja por los censos que este tenía sobre los propios de la localidad, y así se posibilitó el reparto del año 1837. El arbolado que adquirió mediante escritura judicial de venta en la dehesa del Moral en el año1864 lo vendió en el año 1869. En la escritura de este último año se reputaba como vecino de Los Santos, de 63 años de edad, casado y hacendado[51]. En el libro de impuestos provinciales del año 1852 un don Antonio Ulloa pagaba una contribución territorial de 1.020 reales, lo que hacía del mismo un gran contribuyente local y provincial.

Pero lo más destacado de la adquisición realizada por don Antonio de Ulloa y Ortiz es que en esta escritura, el arbolado se lo vendió a los propietarios de la tierra. Y esta tierra era la parte de la dehesa del Moral que se repartió en el año 1844, cuyo arbolado no se pudo enajenar por impedimentos legales. En el año 1844 se repartieron 1.038 fanegas en la dehesa del Moral a 612 beneficiarios. En el año 1869 los propietarios de la tierra declararon en la escritura de venta que la superficie que tenían eran 964 fanegas (solamente 74 fanegas menos que las del reparto), pero lo importante es que en aquel año de 1869 los propietarios de la tierra eran únicamente 50 individuos. Así pues toda la tierra o casi toda la tierra que en el año 1844 fue repartida a 612 santeños en el año 1869 pertenecía sólo a 50 santeños.
Por otra parte, Manuel Carrasco Ruiz, otro de los compradores de bienes nacionales, redimió en esta misma desamortización 34 censos, de los cuales 32 gravaban 32 suertes de tierra en la dehesa del Moral con un capital de 21.561 reales y con un total de 86 fanegas de superficie[52]. Es otro indicio de concentración de la propiedad en esta dehesa repartida en un principio de una forma tan popular, incluso social.

Evidentemente entre los años 1844 y 1869 tuvo lugar un intenso proceso de concentración de la propiedad repartida en el caso de la dehesa del Moral. Así pues, lo que fue un reparto popular y/o social en el año 1844 había perdido casi todo su contenido popular 25 años después ¿fue está la tónica de los repartos populares de tierra que tuvieron lugar en las décadas de 1830 y 1840 en Extremadura? La respuesta la darán, seguramente, futuras investigaciones sobre este tema.


6.3.-La redención de censos en la desamortización de Madoz

Se han consultado numerosas fuentes, como se indicó al comienzo de este apartado de la desamortización de Madoz, pero sólo hemos localizado censos redimidos en algunas de ellas[53].

La redención de censos ha aparecido únicamente en la etapa de Godoy y en la de Madoz. En esta última tuvo bastante más importancia, aunque tampoco mucha a juzgar por la información localizada.

La redención de censos en la desamortización de Madoz cumplió el objetivo previsto por la legislación, el perfeccionamiento de la propiedad privada plena al eliminar cargas (los censos) que gravaban los bienes acensuados.

En la desamortización de Madoz en Los Santos de Maimona, 54 redimentes redimieron 122 censos con un capital de 113.518 reales que generaban una renta anual de 7.803 reales.

Los bienes gravados fueron los siguientes por orden de importancia:

-Tierras: 86 suertes (399 fanegas)[54] con 93.756 reales de capitalización y 5.961 reales de renta.
-Casas: 22 unidades con 12.168 reales de capitalización y 900 reales de renta.
-Olivares: 5 unidades sin superficie conocida, con 3.528 reales de capitalización y 595 reales de renta.
-Cortinales: 7 unidades (19 fanegas)[55] con 3.195 reales de capitalización y 267 reales de renta.
- Además hubo una huerta y un zumacal.

Los bienes rústicos gravados (tierra, olivar, cortinal, huerta y zumacal) dominaron absolutamente sobre los urbanos (casas). La naturaleza dominante fue la tierra con el 70% de las fincas y el 82,6% del capital, y por la diferencia de porcentajes entre ambos conceptos sabemos que fue una naturaleza muy valorada.

Las instituciones censualistas[56] tuvieron distintas procedencias[57]. A los propios de la villa perteneció el grueso de los censos, 75 en total (61,4%), la mayor parte del capital, 78.206 reales (68,9%) y 290 fanegas de las 418 detectadas (69,3%). Algunos de los beneficiarios de los grandes repartos de los años 1837 y 1844 aprovecharon la legislación de redención de censos de la desamortización de Madoz para liberar de los censos que las gravaban las suertes de tierra que le correspondieron en los terrenos de propios. Sin embargo la superficie liberada fue muy poca, sólo 290 fanegas, en relación a los miles de fanegas que se asignaron en los repartos, a pesar de que la legislación de redención de censos de Madoz era muy benevolente con los que pretendían redimir los censos que gravaban sus propiedades[58]. Así que, de momento, casi toda la tierra repartida siguió acensuada pagando su correspondiente renta anual al ayuntamiento.

La segunda procedencia, a mucha distancia de la anterior, fueron las instituciones paraeclesiásticas[59]. Les correspondieron 18 censos (14,7%), un capital de 15.095 reales (13,3%) y 62 fanegas (14,8%). La mayoría de las instituciones fueron cofradías (de ánimas, del Rosario y de la Virgen de los Dolores) aunque también se redimió un censo de la colecturía de perpetuas[60], otro del hospital de la Caridad de Zafra[61] y otro de la hermandad de San Pedro de escaso valor.

La tercera procedencia tuvo unos valores muy similares a la anterior. Se trató del clero regular, con 18 censos (14,7%), un capital inferior a la procedencia anterior, 12.592 reales (11%) y 64 fanegas (15,3%). El grueso de las instituciones afectadas fueron conventos de monjas, de los que sólo uno estaba radicado en Los Santos de Maimona y los demás en poblaciones de alrededor, sobre todo en Zafra. Únicamente se vio afectado un convento de frailes[62].

Las demás procedencias tuvieron una relevancia escasa: el clero secular con 5 censos y 3.540 reales de capital[63], la Inquisición de Llerena con 4 censos y 3.385 reales de capital y una procedencia con la denominación indefinida de clero que tuvo un solo censo.
La redención de censos afectó cuantitativamente a las instituciones santeñas y en muy inferior cuantía a instituciones foráneas. A las instituciones santeñas les redimieron 103 censos (84,4%), con un capital de 97.300 reales (85,7%) y 374 fanegas (89,4%). Las instituciones de Zafra fueron las segunda con unos valores mucho más bajos, 8 censos con un capital de 5.890 reales y 6 fanegas contabilizadas. Hubo otras dos instituciones foráneas, una de Villafranca de los Barros y otra de Puebla de Sancho Pérez.

Todos los redimentes redimieron cada uno un censo en cada unidad de redención, salvo tres santeños que redimieron juntos un censo de cuantía media. Hubo en total de 54 redimentes, con una media de 2,2 censos por individuo y un desembolso medio de 2.102 reales. Así pues el redimente medio no era de mucha entidad, pero debía tener una cierta solidez económica para un desembolso que estaba fuera del alcance de jornaleros o cangueros. El grado de concentración de redención de censos fue escaso. Destaca el caso de Manuel Carrasco Ruiz con 37 censos redimidos con un total de 24.076 reales de capital. Pero después los censatarios más activos fueron Antonio Lemos Muñoz y Juan Pachon Gutiérrez con 6 censos redimidos[64]. A continuación hubo 18 redimentes con dos o tres censos cada uno. El resto, es decir, los otros 33 restantes redimieron sólo un censo.

Sólo hubo 6 redimentes foráneos que además no se destacaron por su inversión. Uno estaba avecindado en Madrid, el conde de Viamanuel, y los otros cuatro eran vecinos de Zafra; alguno de ellos bastante significado como propietario, como comprador en la desamortización de Mendizábal o como político[65]. Pero los otros 48 redimentes fueron vecinos de Los Santos de Maimona, por lo que la desamortización de Madoz tuvo un acusado carácter local en este aspecto.

El perfil social de los redimentes fue el de propietarios, pero de diversa índole. Hubo 20 de ellos con el apelativo de “don”, entre los que estaban los dos escribanos de la localidad (Francisco de los Reyes Flores y Juan Antonio Oyardo) y personajes muy representativos como Cesáreo y Juan Durán, Juan Antonio y Francisco Antonio Ulloa, Luis Gómez de Terán, Antonio Lemos Muñoz, etc. También hubo importantes ganaderos locales como Juan Vicente Zapata y Francisco Javier de Carvajal. Después había otros propietarios poco relevantes que aprovecharon la ocasión para redimir los censos que pesaban sobre las suertes de tierra que consiguieron en los repartos de 1837 y de 1844. Finalmente hubo algunos otros que simplemente eliminaron pequeños censos que gravaban su patrimonio de siempre.


7.- balance final

A lo largo de este trabajo se han analizado distintos procesos enajenadores, con sus distintas modalidades: reparto y venta de bienes, y redención de censos. En este último apartado se cuantificaran los efectos privatizadores globales que todos ellos ejercieron sobre los bienes amortizados y los censos. También se cuantificará el número de individuos que se beneficiaron a lo largo de todos estos procesos, tanto compradores de fincas como redimentes de censos.

7.1. La enajenación de bienes amortizados

Fue el proceso fundamental.

Procesos enajenadores
Nº de Fincas
(%)
 Remate (rs.)
(%)
Superficie (has.)
(%)
Beneficiarios[66]
(%)
Desamortización de
Godoy
18
(2,6%)
231.366
(8,6%)
-----------[67]
5
(0,5%)
Desamortización del
Trienio Liberal
1
(0,1%)
20.020
(0,7%)
54,7
(1,5%)
3
(0,3%)
Desamortización de
Mendizábal-Espartero
78
(11,2%)
597.054
(22,2%)
447,5
(12,4%)
39
(3,6%)
Reparto de bienes
concejiles en el año 1837[68]
416,5
(80,1%)
1.054.364[69]
(39,1%)
2.169
(60,1%)
403
(37,7%)
Reparto de bienes
concejiles en  el año 1844
173
(25%)
330.200[70]
(12,3%)
668,3
(18,6)
612
(57,1%)
Desamortización de
Madoz
7
(1%)
462.170
(17,1%)
267,5
(7,4%),
18.560 chaparros
8
(0,8%)
Datos Totales
693,5
(100%)
2.695.174
(100%)
3.607 más
18.560 chaparros
(100%)
1.070
(100%)

Los repartos de los años 1837 y 1844 fueron los procesos enajenadores más importantes bajo el punto de vista cuantitativo. El reparto del año 1837 fue el más destacado en cuanto al volumen de tierra concejil enajenada y al valor de remate conseguido, mientras que el reparto del año 1844 alcanzó el número más elevado de beneficiarios. Los dos juntos fueron absolutamente determinantes en todos los aspectos: fincas enajenadas, superficie rústica movilizada, valor de remate y número de beneficiarios.

En consecuencia, las diversas desamortizaciones quedaron, bajo el punto de vista cuantitativo, como unos procesos enajenadores de menor rango. Ofertaron menos bienes, aunque éstos fueron mucho más caros que los bienes concejiles.

El impacto de los repartos de tierras concejiles condicionó el desarrollo de las desamortizaciones, pues dejó muy pocas tierras municipales disponibles para la posterior desamortización de Madoz y, en consecuencia, permitió la circunstancia anómala de que la desamortización de Mendizábal-Espartero tuviera en Los Santos de Maimona más entidad que la de Madoz, cuando lo habitual fue lo contrario. También es destacable la escasa importancia, anecdótica realmente, de la desamortización de Trienio Liberal y, en cambio, sorprende la notable inversión realizada en la desamortización de Godoy, que hasta ahora ha sido considerada como un proceso desamortizador muy menor.

La enajenación de bienes amortizados fue casi total en esta localidad. Los repartos y la desamortización de Madoz agotaron, o casi agotaron, las tierras concejiles, y las diversas desamortizaciones acabaron con la práctica totalidad de los bienes del clero.

Con este intenso proceso enajenador es lógico pensar que creció el número de propietarios en la localidad santeña, aunque la concentración de la propiedad, posterior a estos procesos, pudo atemperar esta tendencia.

Los repartos de tierras concejiles fueron populares, pues afectaron a un notable sector de la población santeña, que fue su única destinataria. Sin embargo el reparto del año 1844 tuvo un carácter más social, pues con muchas menos tierras distribuidas que el del año 1837 permitió el acceso a la propiedad a bastantes más beneficiarios, la mayoría braceros y cangueros.

En contraposición, las desamortizaciones fueron unos procesos elitistas, en los que participó un número muy reducido de compradores, que adquirieron individualmente muchos más bienes que los participantes en los repartos. Claro que los compradores de las desamortizaciones pertenecieron en su mayoría a las oligarquías locales de Los Santos de Maimona, poblaciones limítrofes (Zafra y Villafranca) y Badajoz capital.

No obstante, y a pesar de la participación foránea, los santeños fueron los grandes protagonistas de todo este proceso enajenador. Ellos aportaron el mayor número de beneficiarios, acapararon el mayor número de fincas y de superficie rústica e hicieron la mayor parte del desembolso.

7.2.-La redención de censos

Fue un proceso menor dentro del conjunto analizado, pero tuvo su importancia.
        
Etapas
afectadas
Nº de censos (%)
Valor de la Capitalización (rs.) (%)
Valor  de la Renta (rs.)

Redimentes[71]
(%)
Desamortización de
 Godoy
7 (5,4%)
17.686 (13,4%)
------------[72]
6 (10%)
Desamortización de Madoz
122 (94,6)
113.518 (86,6%)
7.803

54 (90%)
Datos Totales
129 (100%)
131.204 (100%)


60 (100%)

La redención de censos sólo hizo acto de presencia en dos de las cuatro desamortizaciones, en la primera (Godoy) y en la última (Madoz).

El enorme desequilibrio entre ambas a favor de la desamortización de Madoz es más que manifiesto en todos los parámetros: número de censos, capitalización, renta y redimentes. Sin  embargo debemos tener en cuenta que la desamortización de Godoy se hizo en un marco legal e histórico propio de Antiguo Régimen, mientras que la de Madoz se llevó a cabo en pleno régimen liberal.

No obstante resulta curioso que la desamortización de censos de Madoz no sea mayor con las enormes posibilidades que tuvo en Los Santos de Maimona para ser mucho más grande. Los repartos de los años 1837 y 1844 se hicieron a censo. Las tierras acensuadas le reportaron al ayuntamiento una renta global de 30.289 reales anuales. Las rentas de los censos redimidos en la desamortización de Madoz se elevaron únicamente a 7.803 reales, lo que quiere decir que muchísimos de los nuevos propietarios de las tierras municipales acensuadas no aprovecharon la legislación desamortizadora de Madoz para liberar sus recién adquiridas propiedades. Le debió interesar más seguir pagando la renta estipulada al ayuntamiento por las suertes de tierra obtenidas en los dos citados repartos. De hecho la cuarta parte de los censos redimidos en la desamortización de Madoz en Los Santos de Maimona no gravaban las antiguas tierras concejiles repartidas. Es decir, ni siquiera los censos redimidos correspondieron en exclusiva a las mismas, sino sólo un 75% de los mismos.


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....................................................................................
[1] NARANJO SANGUINO, M. Á. “Orígenes y consolidación de la Diputación provincial de Badajoz” en GARCÍA PÉREZ, J., Historia de la Diputación de Badajoz (1812-2000), tomo 1º, Ibid., págs. 156-157.
[2] Circular de la Junta Provisional de Gobierno de Badajoz en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz 17 de septiembre de 1840, nº 124.
[3] Acta de la Diputación de Badajoz de 20 de noviembre de 1841.
[4] Un canguero era el que tenía una canga de animales de tiro, asnos o mulas. Si era de bueyes, se decía yunta en vez de canga.
[5] Ya veremos en la desamortización de Madoz que, a la postre,  esta norma no se cumplió.
[6] Acta de la Diputación de Badajoz de 21 de agosto de 1841.
[7] Caja de Los Santos de Maimona Años 1830-1862 (2), expediente de los años 1841-1842. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[8] Se han consultado para el análisis del reparto de tierras concejiles del año 1844 básicamente dos documentos:
-Legajo de “Libros de Actas Capitulares. Años 1800-1805. Cuentas de Propios. Otros documentos 1799-1849”. Ver el documento “Villa de Los Santos, Año 1843 (debiera poner 1844). Expediente para la dación a censo por el Ayuntamiento a estos vecinos de la mayor parte de la Dehesa del Moral de este termino”. Archivo Municipal de Los Santos de Maimona.
-Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862 (2), legajo del año 1844, legajo del año 1845 y legajo del año 1846. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[9] “…Dehesa del Moral, perteneciente a los fondos de Propios de esta villa,…”.
[10] Un canguero era el que tenía una canga de animales de tiro, asnos o mulas. Si eran bueyes, se decía yunta en vez de canga.
[11] De ellas 65 fueron de 1ª calidad, 66 de 2ª calidad, 34 de 3ª calidad y 8 de 4ª calidad. Por tanto las suertes de 1ª y 2ª calidad, que eran las mejores, fueron absolutamente mayoritarias (el 75,1% del total). El porcentaje en fanegas era el mismo ya que cada suerte tuvo un número fijo de 6 fanegas. Y este porcentaje del 75,1% es casi igual al de las fanegas de 1ª y 2ª calidad que hubo en el reparto del año 1837 (el 75,5%).
[12] En este recuento no incluiremos las 825 fanegas de la dehesa Vieja concedidas en venta real al propietario de la obra pía de sangre del alférez Pedro Aguilar. Recuérdese que se vendieron por 266.000 reales que permitieron levantar los censos que gravaban todos los bienes de propios de la villa con unos réditos anuales de 4.937 reales.
[13] Lo que después pudiera ocurrir en las ventas reales entre los beneficiarios de los repartos y futuros terceros compradores es otro asunto.
[14] Las 588 suertes repartidas entre los 1.015 beneficiarios salen a una media de 0,57 suertes por comprador.
[15] La fanega media les valió a los beneficiarios 312 reales, lo que les obligaba a pagar al Ayuntamiento una renta anual media de 8 reales y 16 maravedíes.
[16] Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862 (2), legajo del año 1850 “Inventario de las fincas de propios, según orden de 23-7-1850, circular nº 374”. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[17] Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862 (2), legajos de los años 1854-1855. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[18] El regidor Rodrigo Salas, don Guillermo Montaño y los hermanos don Juan Duran Blázquez (comandante de infantería) y don Cesáreo Durán Blázquez (subteniente del batallón provincial de Badajoz).
[19] Benefició a 612 vecinos y fue un reparto más social y con más beneficiarios que el del año 1837 que, además, repartió muchas más tierras.
[20] Juan acompañó al último capitán general progresista esparterista, Mariano Ricafort, en su salida de Badajoz en 1843 al final de Trienio Progresista (1840-1843) y Cesáreo se negó a aceptar la subida de grado concedida a los oficiales del ejército por el pronunciamiento del año 1843 que derribó la regencia de Espartero y después dejó el ejército durante la Década Moderada (1844-1854).
[21] Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862, legajos de los años 1854-1855. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[22] D. Antonio Cerón y Periáñez, Antonio García Vergara, José Gordillo, Juan Pérez, Antonio Santiago, José García, Alonso Carvajal, José Borregón, Antonio Sayazo, Juan Andrés Vázquez y Juan Moreno, naturales de la villa de Los Santos de Maimona y licenciados del ejército en el año 1844.
[23] Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862 (2), legajo del año 1862. Notificación del Gobernador Civil de Badajoz de 5 de abril de 1862 y Carta de los licenciados del ejército del año 1844 en 7 de enero de 1862. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[24] SÁNCHEZ MARROYO, F. “Un intento de concordia social en un mundo rural conflictivo. Los Santos de Maimona en los siglos XIX y XX” en SOTO VÁZQUEZ, J. (Coord.). Actas del congreso Los Santos de Maimona en la Historia, Ibídem, pág. 202.
[25] Según nuestro recuento en la dehesa Vieja quedaron 7 fanegas sin adjudicar, en la del Monte 142 fanegas, en las Dehesillas 27 fanegas, en la Nueva 104 fanegas y en la de Roñales 11 fanegas. En total quedó un resto de unas 291 fanegas sin adjudicar con un posible valor de tasación en torno a los 85.996 reales.
[26] En realidad fueron, como veremos en la desamortización de Madoz, 289,5 fanegas (186 has.) con 4.569 chaparros.
[27] “Provincia de Badajoz, repartimientos individuales de la contribución territorial, industrial y de comercio del año 1852. Tomo primero. Badajoz. Imprenta, librería y encuadernación de D. Jerónimo Orduña”. Depositado en el Archivo de la Diputación de Badajoz.
[28] NARANJO SANGUINO, M. Á. La desamortización de Mendizábal-Espartero en la provincia de Badajoz (1836-1852), Ibid., págs. 30-40 y 116-124.
[29] En esta etapa desamortizadora se empezó utilizando como moneda el real, después se pasó al escudo (10 reales) y por último se acabó en la peseta (4 reales). Hemos optado por reducir los valores a reales en beneficio de un análisis más eficaz.
[30] Salvo las dos ventas del año 1856 y la venta por  valor de 95.825 reales que venían expresadas en tales reales en las fuentes, las otras cuatro ventas aparecían en las fuentes expresadas en escudos de la época. Un escudo equivalía a 10 reales.
[31] GARCÍA PÉREZ, J. Las desamortizaciones eclesiástica y civil en la provincia de Cáceres (1836-1870), Institución Cultural el Brocense, Excma. Diputación Provincial, Cáceres, 1994, págs. 68-69.
[32] Sumó en realidad 289,5 fanegas (186 has.) y 18.560 chaparros que alcanzaron un valor en tasación de 195.800 reales y en remate de 400.425 reales.
[33] Sumó 64 fanegas (41,2 has.) para las que conocemos el valor de tasación de una de las tres fincas (6.000 reales), pero con un valor de remate global de 45.160 reales.
[34] Recuérdese que de todas maneras es posible que hubiera otras 291,5 fanegas apropiadas que quedaron sin privatizar en el reparto del año 1837.
[35] Escribano de Badajoz Francisco Cienfuegos, legajo 1229, escritura otorgada el 13 de octubre de 1864, documento nº 107, folios 730 y ss. Libro de Facturas de Pagarés nº 190, folio 71. Ambos documentos están depositados en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz.
[36] El total de la superficie de la dehesa del Moral repartida en el año 1844 se elevó a 1.038 fanegas (668,3 hectáreas) repartidas entre 612 beneficiarios. Así pues en la venta del arbolado en el año 1864 faltaba el de una superficie aproximada de 74 fanegas, que apenas es superficie en relación a las 1.038 fanegas repartidas en el año 1844.
[37] Escribano de Badajoz Francisco Márquez y Tomás, legajo 1446, instrumento 53m folio 341 y ss. Libro de Facturas de Pagarés nº 703, folios 131-132. Ambos documentos están depositados en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz.
[38] La Junta Superior de Bienes Nacionales en reunión del 16 de enero adjudicó las subastas de las fincas de propios de la provincia de Badajoz entre los diferentes rematantes participantes. En Los Santos de Maimona ancontramos a d. Luis Gómez de Terán, vecino y rematante en Madrid, en 30.460 escudos (304.600 rs) por un terreno llamado Hornillo y Chirlanes con el número 1.550 del inventario. Boletín Oficial del Estado de la Provincia, 6 de febrero de 1867, págs. 1-2 y anuncio del 28 de enero de 1867.
[39] Libro de Págarés de Propios nº 1.43, venta de 25-10-1856.
[40] A razón de 140 metros cuadrados el pie de olivo. NARANJO SANGUINO, M. Á. La desamortización de Mendizábal-Espartero en la provincia de Badajoz, Ibid., pág. 62.
[41] Libro de Facturas de Pagarés nº 3658, folios 223 y 224. Legajo 1692, fecha de venta de 23-10-56. Archivo Histórico Provincial de Badajoz.
Boletines Oficiales de Ventas de Bienes Nacionales de Badajoz de 10 de marzo de 1870 nº 149 pág.  2, de 14 de mayo de 1870 nº 158 pág. 4.
[42] TORO FERNÁNDEZ, B. Urbanismo y Arquitecturas Aristrocráticas y de Renovación Burguesa en Zafra (1850-1940), Excmo. Ayuntamiento de Zafra, Zafra, 1994, pág. 81. Gran Enciclopedia Extremeña, tomo X, op. cit., pág. 230.
[43] Pero este individuo nació y vivió casi toda su vida en Los Santos de Maimona, en donde formó parte de lo más selecto de su oligarquía local.
[44] NARANJO SANGUINO, M. Á. “Orígenes y consolidación de la Diputación provincial de Badajoz” en GARCÍA PÉREZ, J., Historia de la Diputación de Badajoz (1812-2000), tomo 1º, Ibid., pág. 456.
[45] Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales de Badajoz de 14 de mayo de 1870 nº 158, pág. 4.
[46] Acta municipal de posesión del cargo de 2 de octubre de 1854. Archivo Municipal de Los Santos de Maimona.
[47] Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862, legajos de los años 1854-1855. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[48] Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacional de Badajoz de 29 de julio de 1871, nº 228, pág. 7.
[49] Juan acompañó al último capitán general progresista esparterista, Mariano Ricafort, en su salida de Badajoz en 1843 al final de Trienio Progresista (1840-1843) y Cesáreo se negó a a aceptar la subida de grado concedida a los oficiales del ejército por el pronunciamiento del año 1843 que derribó la regencia de Espartero y después dejó el ejército durante la Década Moderada (1844-1854). Caja Santos de Maimona, Años 1830-1862, legajos de los años 1854-1855. Archivo de la Diputación de Badajoz.
[50] NARANJO SANGUINO, M. Á. “Orígenes y consolidación de la Diputación provincial de Badajoz” en GARCÍA PÉREZ, J., Historia de la Diputación de Badajoz (1812-2000), tomo 1º, Ibid., págs. 170-171.
[51] Fermín Moreno y Romano, notario de Los Santos, folios 159-207, instrumento público nº 29, año 1869, tomo 1º, caja 191, Archivo de Protocolos Notariales del partido judicial de Zafra, sito en el Archivo Municipal de Zafra.
[52] Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales de Badajoz de 29 de julio del año 1871 nº 228, pág. 7.
[53] Legajos 1633,1635, 1636, 1637, 1639, 1642, 1643, 1644, 1646, 1647, 1648, 1649,1650, 1651, 1652, 1658 y 1660. Archivo Histórico Provincial de Badajoz. Libro de Facturas de Pagarés 1043, 1044 y 1100. Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales de Badajoz año 1870 (nº 166),  año 1871 (nº 213,  226 y 228), año 1872 (nº 276 y 288). Las tres fuentes se pueden consultar en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz.
[54] Se desconoce la extensión de 15 suertes.
[55] Se desconoce la extensión de 2 cortinales.
[56] El censualista era el beneficiario del censo que gravaba el bien. El propietario del bien que soportaba el censo era el censatario.
[57] La documentación de un censo no especificaba su institución censualista, de otro sólo decía que procedía del clero y en un tercero decía que procedía de monjas.
[58] MARTÍN MARTÍN, T. La desamortización. Textos políticos-jurídicos, Op cit., pág. 213. La desamortización de Madoz valoraba la renta entre el 5% y el 10% para conseguir el valor de la capitalización. Esta fórmula era mucho más beneficiosa para los redimentes que si les hubieran aplicado el 2% o el 3% que pagaban de renta los beneficiarios de los repartos de los años 1837 y 1844.
[59] Recuérdese que en la desamortización de Godoy fueron el objeto preferente de ventas y de redención de censos. Con este nuevo tirón enajenador se completaba su proceso desamortizador.
[60] Además con una notable capital, 4.796 reales.
[61] Con un capital importante, 2.400 reales.
[62] Monjas Concepciones de Los Santos de Maimona,  frailes de San Benito de Zafra, monjas de la Santa Cruz de Cristo de Zafra, monjas de Santa Clara de Zafra, monjas de Santa Catalina de Zafra, monjas de Santa Clara de Villafranca de los Barros y monjas de la Encarnación de Puebla de Sancho Pérez.
[63] Fábrica parroquial y santuario, ambos de Los Santos de Maimona.
[64] El primero con un capital de 6.825 reales y el segundo con 2.056 reales.
[65] Es el caso de D. Tomás Roncal Chacón (44 reales) y d. Manuel Martínez Pardo (265 reales). Los otros tres fueron d. Juan Torres (356 reales), d. Pantaleón López (1.384 reales) y d. Constantino Gómez (223 reales). Todos aparecían con el “don” en el libro de impuestos provinciales del año 1852 como destacados hacendados forasteros en Los Santos de Maimona, salvo d. Tomás Roncal, pero éste era un gran contribuyente en Zafra (386 reales), al igual que los otros.
[66] De los 1.070 beneficiarios, 1.049 fueron vecinos de Los Santos de Maimona y 21 tuvieron otra vecindad.
[67] No se dispone de datos superficiales sistemáticos de esta desamortización en Los Santos de Maimona.
[68] En los datos de este reparto se incluye la venta de 825 fanegas de tierra en la dehesa Vieja por 266.000 reales a don Antonio María Carrasco, poseedor de varios censos sobre los bienes de propios de Los Santos de Maimona.
[69] El capital de 788.364 reales (deducidos ya los 266.000 reales de la venta de 825 fanegas a don Antonio María Carrasco) generó una renta de 23.685 reales a favor del ayuntamiento de Los Santos de Maimona.
[70] Este capital generó una renta de 6.604 reales a favor del ayuntamiento de Los Santos de Maimona.
[71] De los 60 redimentes, 54 fueron vecinos de Los Santos de Maimona y sólo 6 tuvieron otra vecindad.
[72] No se dispone de datos.

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