Este Blog quiere servir de medio de difusión de las actividades de la

“ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL MAIMONA”, así como los frutos de los trabajos de investigación y análisis presentados en las

JORNADAS DE HISTORIA DE LOS SANTOS DE MAIMONA Y LA ORDEN DE SANTIAGO, celebradas en esta Villa de Los Santos de Maimona, que en este año, 2012, han cumplido su IV edición.

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sábado, 11 de febrero de 2012

LA EVOLUCIÓN DEL CASCO URBANO DE LOS SANTOS DE MAIMONA DESDE EL SIGLO XV AL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX

Juan Murillo Tovar

Eduardo Sánchez García
(Licenciado en Derecho / Pintor)


Resumen:          En este estudio se muestra la evolución del casco urbano y la nomenclatura de sus Calles y Plazas desde el siglo XV hasta el primer tercio del XX así como la ubicación de las ermitas ya desaparecidas y de los conventos/hospitales que hubo en la población. Se muestran aquí planos de la población en los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX/1, XIX/2, Y XX, basándonos en las Actas de las Visitas de la Orden de Santiago y Censos de población que se conservan en el Archivo Municipal de la Villa así como de otros documentos extraídos del Archivo de Protocolos Notariales relativos a Los Santos que se custodian en el Archivo Municipal de Zafra, mas algunos legajos de archivos particulares y referencias bibliográficas. También haremos una somera relación de las industrias y artesanos más representativos de cada época.

Palabras clave: Casco urbano, Los Santos de Maimona, evolución del urbanismo.



Los Santos de Maimona en la historia II,
Los Santos de Maimona, 2010,
Fundación Maimona, págs. 260-277.
ISBN: 978-84-614-2884-7

Siglo XV.


           
En este siglo según reflejan las visitaciones periódicas de La Orden de Santiago, a la que ya pertenecía el pueblo, el casco urbano no era más que la actual Plaza de España, ocupada entonces por una manzana de casas, parte de la C/ Zafra, la Plazuela las calles del Agua, y de Sevilla, hasta la confluencia con la Callejita Ramos, Rollanes, el altozano de D. Pedro, las calles de Botica, Pizarra y de Ribera, Empedrada, S. Miguel, Naranjos, Encomienda, y poco más.

            La principal construcción de aquella época era la Iglesia parroquial, en el mismo lugar que ocupa la actual, construida esta seguramente sobre los cimientos de un templo árabe, la Iglesia de aquella época era de una sola nave, mas corta y mas estrecha que la actual, lo único que se conserva de aquella es el ábside, oculto hoy por el Altar Mayor. En cuya bóveda se conserva un magnifico fresco, en perfecto estado de conservación, con un Pantocrátor o Dios Creador.



      Parte exterior del ábside de la primitiva Iglesia Parroquial y el fresco que se conserva en la bóveda del mismo.

            La actual Plaza de España no existía, la parte que ocupa el “Paseo de las Barandas” estaba ocupada por un grupo de casas y por ello la Plaza del Pueblo propiamente dicha era la actual Plaza Chica, La Plazuela entonces[1].

            El otro edificio importante era la Primitiva Casa de la Encomienda, que estaba situada en lo que hoy es el Ayuntamiento, con la Vivienda del Comendador, patios, corrales y caballerizas. Dicha edificación se abría frente a un acceso Principal, las actuales Calle Tte. Valle y S. Miguel y sus traseras daban a la confluencia de las calle Corredera y Cruz (hoy P. Luis[2]).

            Dentro del Casco Urbano, estaba la de San Ildefonso, situada justo a los pies o entrada de la Iglesia.

            Fuera del Casco Urbano se encontraban las Ermitas de San Cristóbal, en lo alto del cerro del mismo nombre, la de S. Agustín, la de Los Stos. Mártires, la de San Bartolomé y la más importante de todas la de Ntra. Sra. de la Estrella, que ya existía en los siglos XIII o XIV.

            Además de estas Ermitas, en el cerro denominado Maimón o de Los Ángeles se encontraba el CASTILLO, mandado edificar en 1468 por el Maestre de la Orden de Santiago D. Juan Pacheco y ordenado derribar por el último Maestre de la Misma D. Alonso de Cárdenas en 1487 a raíz de los convenios firmados con el Conde de Feria[3].

Siglo XVI



                        No es hasta 1583 cuando se proponen nuevas Ordenanzas que sustituyen a otras más antiguas cuyo contenido y fecha de aprobación desconocemos por el momento.

            A raíz de la explosión demográfica propiciada por el reinado de Los Reyes Católicos, Los Santos de Maimona, empieza a crecer durante este siglo por los cuatro costados, y particularmente por los accesos y salidas naturales de la población. Calle del Agua, Sevilla, Rivera y Zafra[4].

            Siendo una de las principales encomiendas de la Orden de Santiago en Extremadura, en tiempos de del Comendador D. Francisco de Cárdenas y de su sucesor D. Rodrigo de Cárdenas, su hijo, en la primera década del siglo se empieza a construir la nueva encomienda con la misma fisonomía con que hoy la conocemos salvo que tenía previsto dos torreones en vez del único que se conserva; Para dar esplendor a dicho palacio, se retranqueó su fachada, se eliminaron algunas casas colindantes y traseras, ampliándose con esto su superficie y se edificó una casa inmediata al Palacio, en lo que hoy es calle S. Miguel para vivienda particular del Comendador y se reconstruyó la casa del Prior, (Obispo de la Orden) que este tenía en la Calle S. Miguel.

            Sin embargo la primera gran reforma urbanística de Los Santos se produce con ocasión de la construcción de la nueva Iglesia, La existente se había quedado pequeña y al amparo de cierta prosperidad económica propiciada por la conquista de America y la rentabilidad de los bienes de propios, consistentes en tierras de cultivo, pastos y huertas, propiedades entre las que se encuentran las Dehesas Nueva, Vieja y del Moral, hicieron posible afrontar dichas obras.

            La Primera fase consistió en la expropiación y demolición de la manzana de casas que estaba situada en lo que hoy ocupa el “Paseo de las Barandas”.

            Cercana a esta primitiva Iglesia Parroquial se encontraba desde tiempo inmemorial la ermita de S. Idelfonso, que fue derribada cuando se amplió la Iglesia sumando a esta el solar que ocupaba aquella.

            Las obras comenzaron en 1540, según las actas municipales que se conservan, y durante varios años se siguió celebrando misa en la antigua. En principio solo estaban las puertas de la Fuente y del Perdón, la primera tiene fecha de 1549, la Segunda se terminó un poco después, según se reflejan en las actas y en recibos que se conservan en el archivo de la Diócesis. Esta fue realizada por el maestro cantero Pedro de Chavarría, vecino de Llerena y oriundo de las vascongadas[5].

            Es sabido por muchos Santeños que la actual Iglesia se edificó usando los muros de la anterior como andamios y derribándolos después.        Las obras duraron hasta 1580 y para terminar la techumbre hubo que pedir permiso al mismísimo Rey Felipe II para poder vender los aprovechamientos y rastrojeras por un periodo superior al que establecían las Ordenanzas Municipales. Con el derribo de las casas de la Plaza, se consiguió la posibilidad de contar con un espacio para el desahogo de las obras y de un lugar lo suficientemente grande para la creciente población que demandaba un lugar adecuado para las relaciones sociales y comerciales. Fueron años de incomodidades para los vecinos, que llegaron a quejarse del ruido que hacían los canteros, por lo que el Ayuntamiento fijó un horario que no perturbara el descanso de aquellos. Los escombros y el material de deshecho estuvieron allí hasta el año 20 del siglo siguiente en el cual el Ayuntamiento pudo costear su retirada.

            Las únicas casas que tenían puerta principal frente a la nueva Plaza eran las que están en la acera de la Casa de la Cultura, la Casa de la fachada roja no existía pues no era más que el acceso a la huerta de una de las viviendas.

            Dos de estas casas pertenecieron desde tiempo inmemorial a la familia Carvajal, entre Ellos el Fundador del Hospital y Preceptoría de Gramática D. Álvaro de Carvajal Zalamea. Las casas que actualmente ocupan La Asociación de Agricultores y el Almacén de Muebles Pardo no existían, eran solo huertas y pequeñas casitas.     La de la familia Obando tenía el Acceso principal por la calle de Zafra, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX su propietario mando hacer la entrada por la Plaza, a continuación de esta se encontraba el Ayuntamiento, que según los visitadores de la Orden prácticamente estaba en ruinas.       Las dos casas que hacen esquina con la calle S. Miguel tampoco existían, eran entonces dos casuchas que tenía sus entradas por Ésta y frente a la puerta de la nueva Iglesia quedó la Ermita de S. Andrés haciendo equina con la callejuela que daba a la placita que formaban la calle de la Jampa con la de Carnicería, Actual Plaza de Castelar.

            También en esa época se dotó a la zona de colectores de aguas residuales y de una cañería que llevaba el agua desde la huerta existente en la actual casa Nº 3 de la Plaza de España hasta la Fuente Pública que existió en la placita donde hoy está la Fuente de la Niña de la tortuga.

            A medida que la Plaza se fue adecentando, los propietarios de las casas le fueron dando acceso principal por ella.

            Otra de las obras que merece la pena destacar es la construcción del Hospital y Preceptoría de la Limpia Concepción de Ntra. Sra. en la Calle de las Huertas, cuyas obras comenzaron a finales de siglo, concretamente en 1595 por mandato del Fiscal del Virreinato del Perú, D. Álvaro de Carvajal, que ordenó adquirir de su dinero varias huertas y casas colindantes, y supuso la nueva alineación de esta calle[6].

            En este Siglo, y en el Corral del Concejo, sito en la confluencia de las hoy calles Parras, Estrella y Colon, se celebraban corridas de Toros.            También en este siglo, el 4 de Mayo d 1576, por S.M. el Rey Felipe II, se concede permiso al concejo de Los Santos para gastar de sus propios cuarenta Ducados anuales para celebrar la Fiesta del Corpus.           Se tiene constancia, así se recoge en un Padrón de habitantes existente en el Archivo Municipal, de que en este siglo exitió una herrería, en la calle llamada de la Jampa, hoy Hernán Cortés y un mesón en la calle del Agua, Ramón y Cajal hoy.


Siglo XVII

  

            En este siglo es de decadencia, a la crisis económica se unieron las epidemias que se declararon[7].

            A Pesar de ello pueblo se sigue extendiendo por sus salidas naturales, la mas importante fue la expansión y el alineamiento de la Calle Rivera, que tiene como motivo las nuevas tendencias urbanísticas de la época, el que esta calle se corresponda con un cordel, (vía pecuaria de segunda categoría) cuyo ancho había que respetar, es por eso que sea de una anchura considerable con respecto a las colindantes.

            También se edifican algunas casas de cierta importancia como la de “Los Murillos” en la Calle Zafra, aún en pie y habitada por sus actuales propietarios. La del Conde de Vía Manuel y la de los Luna en la Calle del Agua derruidas hace pocos años, y otras en la calle de Ribera. La de los Galeas en la Plaza de la Fuente, actual Tte. Carrasco y la de los Cerón-Vargas, actual Casa Parroquial, Así como las de los Tamayo de Carvajal en la Calle de Zafra, en el tramo que hoy es Maimona en el nº 1 de la calle.

            Un importante plan de reforma que destaca en este siglo es la apertura de la Calle Nueva, Hoy San Lorenzo, con la particularidad de que algunas casas que se conservan guardan cierto parecido con las del casco histórico de Llerena, Casas de ancha Fachada, y mucho fondo, así como de dos alturas, vivienda en la parte baja y pajares y graneros en los doblados.

            La creación de esta calle fue posible gracias a la cesión y compraventa de terrenos de diversos propietarios, y puso en comunicación directa calles principales como eran las del Agua y Encomienda con la Carrera.

            También fue necesario acometer obras de empedrado de la calles y para ello se utilizaron lanchas extraídas del Castillo[8]. Al final de siglo se urbaniza la huerta que existía al final de la calle del Agua esquina a Pozo, propiedad de los Condes de Vía Manuel, D. Manuel de Villena Portocarrero y Montoya, alcalde durante muchos años por el estado Noble.

            En este Siglo encontramos a un maestro zapatero en la calle de las Parras.


Siglo XVIII


            Según un padrón de habitantes realizado en 1710, que se conserva en el Archivo Municipal las calle existentes en la población eran estas:

Empedrada, Sevilla, Martires, Lobera, Huertas, Pza. Grande, Ramos, Rivera, Cantarranas, Pizarra, Regerntes, Boticas, Rollanes, Altozano de D. Pedro, Altozano De Las Mercedes, Monte Corto, Nueva, Del Agua, Plazuela, Zafra, Cruz, Corrdera, Estrella, Naranjos Corraldel Concejo, Pozo, Encomienda, S. Miguel Carniceria y Jampa.

            De nuevo malos tiempos para Los Santos depara el comienzo de este Siglo. La Guerra de sucesión (1701/1713), que despobló Los Santos de gente joven además de los periodos de sequía y de aguaje unidos a la plaga de langosta que asoló cultivos y cosechas, tuvieron como consecuencias que las actuaciones particulares y públicas fueran prácticamente nulas en los primeros años del siglo.

            Entre otros inconveniente que presenta el siglo nos encontramos con que los Portugueses aliados del archiduque Carlos de Austria, acampados en el “Cuarto Monte”, finca de La Fuente del Maestre y a una legua (6 Kms. aprox.) del nuestro pueblo amenazan con arrasarlo si no se les hace entrega de 8.000 pesos de oro, por lo que hubo que dividir esa carga entre los pocos vecinos pudientes que habían quedado y tuvieron que adelantar esa cantidad para que el ejército enemigo no cumpliera su amenaza.

            En 1717 se construye la Ermita de San Lorenzo por los Hermanos de la Cofradía de este Santo en un solar de la Calle Nueva esquina con la del Agua, obligándoles el Ayuntamiento a un retranqueo en su fachada principal por la primera, retranqueo que aún puede apreciarse, a pesar de tener esta calle un ancho considerable.

            Después de la retirada del pretendiente Austríaco y consolidándose en el trono Felipe V de Borbón, hubo algunos años de cierta prosperidad, y en 1724 se reconstruyo en la Iglesia Parroquial, con fondos municipales, la Capilla de los Pachones, hoy del Sagrario, para albergar la imagen del Nazareno, y en 1748 se hace la nueva Sacristía y se arregla el órgano.

            En 1729 se anuncia la llegada de los Reyes, Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio junto con amplísimo cortejo, que en ocasiones más que un motivo de alegría era considerado una plaga, por los gastos inesperados que ocasionaba.
           
            Por este motivo el Ayuntamiento, con sus escasos recursos, tuvo que adecentar las Carreras reales (Carrera Grande, Carera Chica y Badajoz hoy), reedificar algunas casas que estaban en ruinas enlosando de nuevo algunas calles[9].

            Efectivamente en febrero de ese año llegan a Los Santos, y procedente de la Fuente del Maestre llega la comitiva Real por la Calle del Agua y se aloja los Reyes en la casa del Tte. Gral. Gonzalo Baltasar de Carvajal, hoy de la familia Obando, y en premio a ello el Rey le concede el privilegio de Cadenas[10]. Estas estuvieron puestas hasta bien entrado el Siglo XX.

            Se mejora la fuente abrevadero situada en el ejido de los Mártires, futuro Pilar de Vistahermosa, y se pavimenta en parte los caminos de Sevilla y de Llerena.

            A partir de 1748 se van construyendo casas en el camino de Llerena, prolongación de la Calle Regentes, hasta hace poco Calle Franco y en la actualidad Avenida de Diego Hidalgo Durán.

            En 1780 aparecen en la primeras edificaciones de en la calle de Badajoz, continuación de la Carrera Real, destinadas a “Negros Libertos”, esclavos manumitidos, construidas por iniciativa de sus antiguos amos, debían de ser estas construcciones muy humildes, todavía podemos apreciar los restos de laguna de ellas[11].

            En años sucesivos se edifican la casa de los Carvajal, en la calle Botica, hoy Tte. Bco. Marín, perteneciente hoy a la famita Tovar (1730), la del Conde de Casahenestrosa (1778), actual Casa de la Cultura. Otras de la Calle del Agua, la actual Casa Parroquial, la de los Carrasco Malfeito de la Calle de Zafra, y la casa donde posteriormente se ha construido el Hogar Del Pensionista, igualmente se construyo otra, por desgracia desaparecida, en el altozano de D. Pedro, hoy Pza. del Prim, derruida en los años 60 del pasado siglo XX, para edificar el grupo escolar que hoy es la sede de la Escuela de Música.

            Se concedió permiso a D. Alonso Ortiz Malfeito parte de un solar existente entre la calle de Zafra y la Plaza Grande para que lo edifique guardando nuevo alineamiento con el fin de ensanchar la calle. Este solar estaba destinado a servir como POSITO (Depósito y Granero Municipal) pero las malas condiciones del terreno y la humedad del mismo ya que por allí discurría el manantial que abastecía la fuente pública de al lado de la Iglesia, desaconsejaron el establecimiento en este.

            A finales de siglo, concretamente en 1796, llega del Rey Carlos IV junto con el Príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, que de nuevo se alojan en la casa de los Obando, que seguía siendo de la familia Carvajal, uno de cuyos miembros era general del ejercito y muy querido por SS. MM., y como es habitual se arreglan los caminos y carreteras, ensanchándose dichas carreras pavimentándolas y dotándolas de cinco alcantarilla en su trayecto. Se adecenta también la Ermita de la Virgen y el Ayuntamiento, que seguía estando en la Plaza. Como ya ocurrió en la anterior visita, el patrono de la obra pía del Alférez Aguilar impugnó las cuentas, presentadas por el depositario del Ayuntamiento, por considerarlas no justificadas.

            En las Actas Municipales se hace mención de que ya existirán algunas calles en los ejidos de la Calle del Agua y alrededores de la Ermita de San Bartolomé.           Alrededor de estas fechas, se establece una Casa de Postas, con Posada al final de la Calle de Llerena.

            Encontramos ahora las siguientes profesiones:

Un sangrador y un veterinario en la calle Ribera; Un boticario en la Calle Botica, un Sastre en la Placita de la Iglesia, una carnicería en la calle Carnicería, un alarife en la calle Naranjo, un notario un abogado y un mesonero en la calle nueva, otro mesonero en la calle Sevilla, maestro en la calle Huertas, y en la misma calle un medico y un maestro en l hospital y Preceptoría, así como dos estancos (despachos) de Sal, en la calle Franco.


Siglo XIX/1

  Durante este siglo se acometen las obras más importantes y se inicia una importantísima
expansión del casco urbano.

            Pero tanpoco corren buenos tiempos; La Guerra de las Naranjas, la campaña sobre Portugal en apoyo a las Tropas Napoleónicas y la Guerra de la Independencia provocaron tal ruina que la agricultura y la ganadería prácticamente desaparecieron. Las ermitas fueron saqueadas por los franceses, los olivares que rodeaban el pueblo fueron talados por estos, así como las encinas de la Dehesa del Moral. La plata de la Iglesia y del Hospital desaparecieron y solo se salvó el templete del Santísimo y una custodia porque tuvieron la precaución de esconderlas[12].

            En 1822, siendo alcalde el Conde de Casahernestrosa, el Ayuntamiento aprobó el derribo de la ermita de Los Santos Mártires, situada en las cercanías de la calle de su nombre en la confluencia con la de Sevilla con el fin de dedicar los terrenos a Matadero Municipal, y Corral de ganados, pero no fructificó. Más tarde, en 1850, el Ayuntamiento ordena clausurar el matadero que se encontraba en actual Plaza de Castelar, entonces calle Carnicería, asimismo la Diócesis saca a pública subasta parte de las casas rectórales, que se habían arruinado, en la esquina de esta Calle con la Plaza de la Fuente actualmente denominadas Tte. Carrasco.

            Entre 1830 y1854 se concedieron numerosas licencia y adjudicaciones para edificar en Ejido de los Mártires, lo que hoy es la Calle Salvador. Esa zona tradicionalmente estaba dedicada a eras, pero al haber desparecido los olivares de Río Verde, y el poco viento reinante en la zona para aventar y limpiar el grano, por la cercanía de la Sierra, aconsejaron trasladarlas a aquel otro lugar.

            En 1838 la torre de la Iglesia sufre importantísimo desperfectos por la caída de un rayo destruyendo por completo el chapitel de azulejos que la remataba y se reconstruyó de la pobre manera que hoy se ve.

            Inmediatamente después se abre la posibilidad de edificar a lo largo de la Carrera Real, lo que hoy son Carrera Grande y Chica, y se conceden múltiples terrenos y licencias, y si bien es verdad que ya había algunas casas, como ya hemos dicho, la verdadera ampliación por ese lugar del casco urbano, comienza a mediados de este siglo.

            En 1842 un vecino de Los Santos de Maimona convine la permuta de un terreno con el Ayuntamiento para dedicarlo a Cementerio, y se efectivamente se levantó este cerca de la Carrera, en el camino próximo a Valmoreno, hoy Calle del mismo nombre, este último se estuvo utilizando hasta 1887, fecha en que se construyó el actual.

            Se abre definitivamente la nueva Calle Castillo, antiguo Camino del miso nombre, perpendicular a la Calle o Camino de Llerena, ya por entonces calle Franco, por el mercado franco que allí se celebraba, y que hoy es Avenida de D. Diego Hidalgo Durán.

            Nos constan en este siglo un despacho de abastos en la Plaza frente a la Puerta del Perdón y tres mesones, en la calle nueva, en la del Agua y en la de Sevilla, y un Maestro, el “Maestro Rasero” en la hasta entonces calle Huertas, que pasó a denominarse del Maestro Rasero.

Siglo XIX/2


            También a mediados de siglo, en 1851, se empiezan a consolidar como calles los ejidos de la calle del Agua y de San Bartolomé, lo que comúnmente se denomina extramuros como se denomina en las Actas. Esto hasta la desembocadura de la calle del Monte.

            Coincidiendo con esas concesiones se aprueban otras en el camino de Badajoz, prosiguiendo su alineamiento y trazado y se realizan los nuevos alineamientos de las carreteras de Sevilla y Mérida.

                        En 1859, se concede a D. José Romero, Jefe de la Estafeta de Correos, un terreno aledaño al camino de Llerena, para depósito de correos y parada de postas con posada, servicio que ya existía desde el XIX, creemos que en el solar actualmente propiedad del Ayuntamiento junto a la Actual Plaza de San José, ya que si además lo confrontamos con la descripción hecha por un viajero Inglés Mr. Robert Semple cuando llega Los Santos a principios del S. XIX, concretamente el año 1803 en un día 8, no sabemos de que mes y dice literalmente:

 "Alrededor del medio día llegué al pueblo de Los Santos de Maimona, por un camino que antes de entrar serpentea hasta casi rodearlo.
  La población de este lugar podría calcularse en unas mil doscientas almas y el aspecto general de sus habitantes es mejor que el de cualquier otro pueblo en la ruta de Badajoz hasta aquí. La posada era especialmente buena y el grado de limpieza en su interior era tal que hubiera destacado incluso en Inglaterra"[13].

            En ese mismo año, Francisco Miranda, medico, edifica su casa en a la calle del Pilar, (Frente a lo que hoy es la Administración de Loterías de los Hermanos Castilla).

            En 1861 se empiezan a conceder terrenos para edificar en la fuente de “Maria Iñiga”, hoy Pilar de Mariaño por degeneración de aquel nombre. En el padrón de ese mismo año, ya constan vecinos en la prolongación de la calle de Zafra, y alrededores, entre ellos la familia Cuellar.

            Creemos que también definitivamente se abre la C/Arenal (hoy Isaac Peral) porque se prohíbe en esa zona la extracción de áridos para la construcción y se ordena que desde esa fecha se haga en el “Despedrerro de la Sierra”, efectivamente hasta no hace mucho tiempo se podían ver en esta zona los socavones consecuencia de dichas extracciones.

             Por desgracia en aquellas fechas se declara una epidemia de Cólera Morbo que deja una secuela terrible[14]: las Autoridades cierran el Pueblo, se ordenan blanquear las fachadas e interiores de las casas, se instala un servicio domiciliario de recogida de basuras y desperdicios se estrecha la vigilancia de entradas y salidas de la población, tenemos constancia de las existencia de cinco puertas, algunas existían desde el siglo XV, que se abrían y cerraban por serenos. Se desinfecta por primera vez con lejía, Los pudientes se trasladan a huertas y casas de campo y debe solicitarse ayuda, a través del diputado Vicente Barrantes, a la Reina Isabel II, que la concede.

            En la Plaza de la Constitución, que es como se denomina en esas fechas a la actual Plaza de España, se obliga a seguir un alineamiento, se edifican las casa donde hoy están la Asociación de Agricultores, la Casa de Pardo, se arreglan las conducciones de las fuentes y pilares. Se recomponen los puentes de la Nava y de María Gordillo, y se empieza a construir el nuevo cementerio porque el existente se había quedado pequeño y algunas casas estaban a menos de 20 metros de distancia.

            Se invierten algunos fondos en el arreglo de los caminos principales y se contrata, con la ayuda de la Diputación, al sobrestante de carreteras, (Ayudante de Obras Públicas) D. José López, para la mejora de las carreteras que unen Los Santos de Maimona con Villafranca, Llerena, Zafra y Sevilla.

            En 1881 prácticamente está abierta la calle del Arenal (Isaac Peral), construidas la orillas de las Carreras y abierto el primer tramo de las Calles S. Bartolomé, Valmoreno, Arroyo, Salvador y Badajoz.

            En la Calle Sevilla se obliga al propietario de una casa y huertas al nuevo alineamiento y su cerramiento, estos solares pertenecieron al Mayorazgo del fundador del Hospital. Años después, en 1910 D. Juan Rico edificaría allí su casa.

            En 1887 se clausura el Cementerio antiguo y se empieza a utilizar el nuevo., se construyen algunas edificaciones auxiliares, cocheras y corralones en el Pilarito, lugar donde tradicionalmente venía celebrándose la feria de ganado, aún cuando sigue existiendo una fuente y una laguna, “La Charca”.

            Se rectifican algunos alineamientos en la calle del Agua por la venta de los últimos solares de los Condes de Vía Manuel destinándose a almazaras de aceite y se cierran completamente los cortinales y huertas de la familia Murillo, y Contreras, que hasta esas fechas tenían acceso libre por la Calle de las Huertas.

            En 1871 llega la Guardia Civil a Los Santos y en 1875 el Ayuntamiento les facilita un edificio grande y de proporciones adecuadas para albergar a los guardias y a sus familias:

            Este edificio estaba en la calle Franco, entonces denominada “Topete” su propietaria era Dña. Manuela Rastrollo que cobraba por su alquiler 100 Ptas. en el mismo lugar que había estado la Casa de Postas, El cuartel estuvo allí ubicado hasta los años 30 del siguiente siglo, en que por mediación de nuestro insigne paisano D. Diego Hidalgo Durán, entonces ministro de la Guerra se edificó el actual.

            Se permite a D. José Guerrero Álvarez, en ejido de Vistahermosa y los Mártires (Frente al Pilar) la construcción de la primera manzana de casas, obligándolo a dejar expedito los alrededores de este y el cruce de caminos que de allí partía hacia lo que actualmente es la Calle Fco. Pizarro.

            En 1890, D. Álvaro de Carvajal construye un molino de aceite en un terreno de su propiedad colindante con los caminos de Zafra y Sevilla, en lo que hoy es el Supermercado “El Árbol”.

            En las cuatro esquinas de Vistahermosa Juan García adquiere terrenos libres, esquina a Mártires y Salvador para edificar sus Bodegas.

            En 1899 D. José Martínez Ortiz adquiere unos terrenos colindantes con el Camino de Llerena y Vistahermosa levanta una fábrica de aguardientes y anisados, aprovechando las aguas sobrantes del Pilar de Vistahermosa.

            Se levanta un pequeño Matadero, justo donde en los años 20 de siglo siguiente se edificaría el que hoy sirve de sede al Cuartel de la Policía Municipal.

            También se dan las correspondientes autorizaciones para la edificación de algunas casas y otras dependencias en la Calle de Mérida hasta la Fuente de Garrafa.

            Por deseo expreso de Doña. Concepción Carvajal Liaño, se comienzan las obras del Hospital Asilo y Capilla situado al principio del Camino de la Virgen

            Pero lo más novedoso fue la llegada del Ferrocarril y el Telégrafo, tanto recelo ocasionó la llegada del primero entre los agricultores de Los Santos, por cortar este algunos accesos a determinadas propiedades y a provocar con sus chispas algún que otro pequeño incendio, frente los más firmes partidarios y promotores de que este nuevo medio de transporte de personas y mercancías pasase por Los Santos, que por otra parte a contaba con un envidiable nudo de comunicaciones, los hermanos Juan y Francisco Murillo Rico, sus cuñados los Valles, y sus primos políticos los hermanos Duran, que en vez de situar la Estación cerca de lo que hoy es el Cruce de la Salida a Zafra por la Avenida de la Constitución, como se previó en un principio, hubo que situarla donde hoy se ubica.

             La primera Oficina de Telégrafo estuvo en la Calle Hernán Cortés, después en la calle Maimona, y por último en la Plaza, frente a la puerta del Perdón[15].

            Conocemos en este siglo la existencia de una fonda y un despacho de telas en la calle Carnicería, y varios molinos de aceite y bodegas en Vistahermosa y en el camino de Zafra y Sevilla.

Siglo XX, primer tercio.



            Como puede comprobarse en los archivos y los padrones Municipales y Parroquiales, el siglo pasado comienza con una nueva explosión demográfica.

            La necesidad de nuevas viviendas fue tan palpable que El Ayuntamiento no tuvo más remedio que enajenar a bajo precio e incluso a veces ceder gratuitamente los ejidos y cortinales municipales. Según las actas se empiezan a construir viviendas en la zona que se conoce como el Cementerio viejo y empiezan a formarse la Calles S. Bartolomé, Arroyo, Santísimo y Monte y se hace una nueva reordenación de la Calle Franco.

            Se derriban y reedifican algunas casas en el centro, tales como la que hace esquina en la Plaza de España con la Calle S. Miguel, la que hace esquinas con la Calle Capitán Carrasco, y Plaza Chica, frente a la Iglesia Parroquial.

            Se da un nuevo alineamiento a la Calle Zafra, que pasa a denominarse Zafra un tramo y Maimona el otro, gracias a la las permutas con la familia Carvajal.

            En 1924, siendo alcalde D. Juan Murillo Rico se concierta un préstamo con el recién creado Banco de Crédito Local para la construcción del actual Mercado de Abastos que hasta estas fechas se venia instalando en el Paseo, se demuele el antiguo matadero y se levanta el nuevo, como dijimos anteriormente.

            En 1929 se dota a la Plaza, ahora Constitución, y actualmente de España del empedrado a la portuguesa, cerrando el paseo con Barandas y se instala la gran farola Central, aunque en principio se había proyectado una fuente.

            Se adquirió el Palacio de la Encomienda para sede del Ayuntamiento y el edificio del antiguo, es decir, el situado en la Plaza de España esquina a la calle Maimona, se vende en pública subasta y se adjudica al la Sociedad del Casino de Los Santos, no el que existe ahora, sino el que se creó e 1909 que despareció en la república y que originariamente estaba en la Plaza esquina a la Calle de las Huertas.

            Se rectifican los alineamientos en las carreteras de acceso y en el camino del Cementerio porque ya se estaban construyendo algunas casas de la calle Santísimo como ya hemos dicho.

            Gracias a las cesiones de los propietarios colindantes, se ensancha el “camino de la Virgen” Avenida del Santuario y se planta árboles a los largo de su recorrido.

            También por estas fechas se urbanizan los terrenos de alrededor del Cementerio viejo y se abre definitivamente la calle de María Gordillo, que desembocará en el Pilarito de la Charca.

            En Vistahermosa se amplían los dos pilones abrevaderos con que cuenta el Pilar del mismo nombre, se pavimenta la carretera y a lo largo de esta se van construyendo edificaciones auxiliares Corralones, Bodegas y alguna que otra industria auxiliar, así como algunas casas auxiliares utilizadas por los dependientes de estos. También se edifican alguna en la carretera de Mérida, lo que Hoy se conoce como “Carretera Cortada”.

            En la Plaza se reedifica la “casa roja” (1901) con la fisonomía que hoy tiene y se abre un acceso principal en la casa de Doña. Paz López Y se reedifica la casa que hay frente a la Puerta del Perdón, Se va dotando a algunas calles de alcantarillado moderno, al tiempo que se pavimentan algunas calles del centro, Sevilla, Tetuán, Mártires, San Miguel, Naranjo y Zafra.

            En los años 30, ante la creciente demanda de viviendas fueron cedidos para ellas los ejidos del Cabezo de la Horca, del Pilarito y Portera.

            A partir de la segunda mitad del siglo XX el pueblo creció y se desarrolló hasta alcanzar prácticamente la configuración actual, salvo los barrios periféricos de reciente creación.
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[1] Información obtenida del Libro de Visitas de la Orden de Santiago de 1487, reeditado por D. Eladio Méndez Venegas, cuyo resumen se encuentra en La Biblioteca Pública Municipal de Los Santos de Maimona, y de los Boletines Parroquiales de Antonio Manzano Garías.
[2] Información extraída de la Relación de Comendadores de la Orden de Santiago hecha por Salazar y Castro que se conserva en el instituto de su nombre en Madrid y que se puede consultar en un extracto que de esta obra hizo en 1953 el Marqués de Siete Iglesias.
[3] Alonso de Cárdenas, último gran Maestre de La Orden de Santiago, Crónica inédita de sus comendadores, Antonio de Vargas-Zuñiga, Institución Pedro de Valencia, Excma. Diputación Provincial de Badajoz, Badajoz.
[4] Según el trabajo realizado por D. Santiago Zapata Blanco que se conserva en el Archivo Municipal y en el de la Parroquia.
[5] Garrain Villas, Luis J. Llerena en el siglo xvi, la emigración a indias, Ediciones Tuero, S. A.
[6] Tesis Doctoral de D. Eladio Méndez Canseco y de D Jorge Serrano Redonet.
[7] Así lo atestiguan los Archivos Parroquiales de Difuntos.

[8] Archivo Municipal, Archivo Diocesano, Archivo de protocolos notariales de Zafra y Testamentos de la Familia Murillo.
[9] Información emanada de algunas actas municipales y Expediente de impugnación de gastos de la obra Pía del Alférez Aguilar.
[10] Las casas en las que ha dormido un Rey de España tienen el privilegio estético de colgar unas cadenas sobre su puerta principal, y dotaban de cierta inmunidad a sus habitantes.
[11] Actas Municipales y Testamentos de la familia Murillo.
[12] Fueron escondidas en una finca denominada” la Negrona” propiedad entonces del Convento Hospital.
[13] Viajeros ingleses por Extremadura, vol. I, Diputación Provincial de Badajoz, Badajoz, págs. 75.85.
[14] Archivos Parroquiales de Defunción.
[15] Informaciones extractadas del compendio de Actas Municipales realizado por D. Aniceto Samino León, Distribución Hereditaria de D. Juan Murillo Uribe y del libro de D. Vicente Barrantes sobre algunos pueblos que está en la Biblioteca Pública Municipal Archivo de protocolos notariales de Zafra y Registro de la Propiedad de la misma localidad.

BIBLIOGRAFÍA:  

·        Alonso de Cárdenas, último gran Maestre de La Orden de SantiagoCrónica inédita de sus comendadores, Antonio de Vargas-Zuñiga, Institución Pedro de Valencia, Exma. Diputación Provincial de Badajoz.
·        Archivo de protocolos notariales de Zafra.
·        Archivo Diocesano.
·        Archivo Municipal.
·        Archivos Parroquiales de Difuntos.
·        Garrain Villas, Luis J. Llerena en el siglo xvi, la emigración a indias, Ediciones Tuero, S. A.
·        Libro de Visitas de la Orden de Santiago de 1487, reeditado por D. Eladio Méndez Venegas, cuyo resumen se encuentra en La Biblioteca Pública Municipal de Los Santos de Maimona, y de los Boletines Parroquiales de Antonio Manzano Garías.
·        Relación de Comendadores de la Orden de Santiago hecha por Salazar y Castro que se conserva en el instituto de su nombre en Madrid y que se puede consultar en un extracto que de esta obra hizo en 1953 el Marqués de Siete Iglesias.
·        Tesis Doctoral de D. Eladio Méndez Canseco y de D Jorge Serrano Redonet.
·        Testamentos de la Familia Murillo.
·        Viajeros ingleses por Extremadura, vol. I, Diputación Provincial de Badajoz, Badajoz, págs. 75.85.

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